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ARTE

Chapucetti
Parece ayer cuando la Publicidad era sólo una "niña" que comenzaba a dar sus primeros pasos en la sociedad. Conforme fue creciendo, fue dándose cuenta de que tenía rivalidades con uno de sus compañeros, el arte. Hoy en día, todavía se piensa que siguen enfrentados, pero la verdad es que su relación va viento en popa.
Lo cierto es que tanto el arte como la publicidad, en la actualidad se complementan, se apoyan el uno sobre la otra, como si fueran una familia. Aunque sean diferentes, trabajan para conseguir que su unión desemboque en otro aspecto fundamental para éstas: la creatividad.Se ha llegado a debatir quién es el que crea la idea que se transmite, por ejemplo, en algunos diseños de publicidad impresa se han definido como obra de un artista, de un genio con imaginación que se ha introducido en el mundo de la publicidad. Otros, por otra parte, defienden por encima de todo, que el único que puede llegar a una idea brillante, en cuanto al diseño impreso de publicidad es el creativo. Así pues, se debe desmentir estas dos últimas premisas y elaborar una tercera que es considerada como la verdadera: sí que es verdad que en algunos casos puede ser un profesional del arte aquel que cree una idea para un anuncio impreso, pero también, existen muchos casos en los que el creativo publicitario obtiene una idea brillante que puede ser igualmente comparada a la de un artista. Por lo tanto, se llega a la conclusión anteriormente expuesta: publicidad y arte pueden comprenderse a la perfección.

Pero, una vez llegado a esto, nos debemos preguntar: ¿por qué? ¿por qué dos disciplinas que pueden parecer similares, pero que en realidad no lo son, tienen esta capacidad de atracción la una por la otra? Puede ser por varias razones; por un lado, debemos decir que esto se debe a la gran flexibilidad que presenta la publicidad. Ésta es una disciplina muy maleable, en el sentido de que se puede relacionar con otras muchas, no únicamente con el arte. Los profesionales de la publicidad y la comunicación deben ser pensadores de ideas, y pensar equivale a obtener información. Datos, que pueden ser extraídos de muchos lugares, desde una revista del corazón hasta una enciclopedia de historia. De ahí, puede obtenerse que el arte no quede excluido de todas las disciplinas que pueden ser relacionadas con la publicidad, ya que la publicidad es imaginación, conocimiento, COMUNICACIÓN…

Sin embargo, existe otra explicación que justifique la premisa anteriormente formulada: el arte desde los principios de su historia, ha sido considerado por la sociedad como sinónimo de creatividad, ingenio, habilidad e incluso destreza. Es verdad que desde épocas anteriores al Renacimiento hasta los tiempos en los que nació la cámara fotográfica, el arte ha querido representar la realidad de la forma más fielmente posible, pero aunque no se mostrara una creatividad considerable, se contemplaba como un mérito la capacidad del artista de traducir a un lienzo lo que su ojo, en un momento determinado, podía contemplar. Sin embargo, fue con el nacimiento de la fotografía, cuando este modo de percibir el arte cambió por completo. En esta época (principios de siglo XX) no se reproducía la realidad de una forma veraz, sino que se hacía una INTERPRETACIÓN de la misma. Interpretación equivale a subjetividad, y ésta última la podemos relacionar con la creatividad. La creatividad es lo que importaba en esta época; el artista debía impresionar, impactar o provocar cualquier sentimiento deseado en aquella persona que observara la pieza artística. La fotografía ya impresionó mucho a la sociedad, puesto que parecía una copia exacta de la realidad, por ello, el arte que estaba observando cómo estaba siendo desplazado, intentó ir más allá que la fotografía. En conclusión: si el arte quería ganar a la fotografía, lo que debía hacer es todo lo contrario a lo que hacía ésta, representar la realidad de la forma menos real. De este nuevo objetivo del arte surgieron movimientos artísticos como las primeras y las segundas vanguardias, y el fin que un día el arte se propuso, fue conseguido: había conseguido impactar a las masas.
¿Y qué tiene que ver todo esto con la publicidad? Esta pregunta tiene una respuesta muy fácil: no solamente el arte se ha convertido en creatividad, sino que la publicidad también lo es, es imaginación, ingenio, inteligencia, es creación. La publicidad también puede estar formada por la imagen, y la imagen es la materia prima del arte. Tendrán diferencias, pero las relaciones son bien intrínsecas. El objetivo de ambas disciplinas es mayormente impactar, enganchar, atraer al receptor, aunque sus fines sean distintos, ya que el arte busca ser admirado por las masas, mientras que la publicidad busca que “su producto” sea adorado por el público objetivo. Por ello, la premisa formulada al principio, se hace todavía más consistente: arte y publicidad son amigas, muy amigas.

Dado las semejanzas que tienen estas dos disciplinas, no es raro que trabajen juntas en muchas ocasiones, llevándose los mismos méritos cada una. Y es que, ¿qué sería el arte sin la publicidad? ¿Y la publicidad sin el arte?
 
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